martes, 18 de noviembre de 2008

Libio José Martínez Estrada, secuestrado en 1997



Eran las 2 de la madrugada del 21 de diciembre de 1997, en el helado clima del Cerro de Patascoy, ubicado en Nariño, cuando aproximadamente 250 guerrilleros de las Farc, al mando de alias ‘Joaquín Gómez’, atacaron una base militar del Ejército Colombiano.










Fotos: Mario Mesa

La Base de Comunicaciones del Cerro de Patascoy fue creada a mediados de los años 70. La altura del cerro son 4.100 metros y el clima del día del ataque fue entre 4 y 5 grados bajo cero.

La cima es una gran piedra donde cabían dos casas prefabricadas, una para los soldados y otra para la planta de gas.

La base contaba con helipuerto que se utilizaba muy pocas veces por el mal tiempo. Cuenta con una sola subida y las trochas son muy estrechas. Desde el primer campamento hasta la cima hay entre 6 y 8 horas.

“Nadie comprendía que sucedía en aquel sitio, sólo se escuchaban gritos, balas y bombas. Unos suplicaban piedad, otros oraban, gritaban o corrían. Pero la guerrilla no tubo compasión alguna, 10 murieron, 18 quedaron en manos de las Farc y sólo 3 lograron huir” (Soldado liberado de la toma de Patascoy)

La toma fue un éxito total desde el punto de vista militar y duró solamente 15 minutos. Las instalaciones de comunicaciones eran muy sofisticadas y eran indispensables para el Ejército por la coordinación en el sur de Colombia. Con el ataque todo se destruyó, lo cual significó un duro golpe para las operaciones de las fuerzas militares.

En junio del 2001, 16 fueron liberados en la localidad de La Macarena (Meta) junto con otros 226 militares y policías, como parte de un canje por 14 insurgentes presos que estaban enfermos. De esta manera quedaron solo dos en cautiverio, Libio José Martínez Estrada, cabo segundo del ejército, y Pablo Emilio Moncayo. La fundación País Libre, que asesora a víctimas de secuestros, asegura que ellos son los cautivos "más antiguos en el mundo".

¿Quién es Libio José Martínez?

Libio José Martínez Estrada nació en Ospina, Nariño, el 6 de julio de 1976. Es el mayor de tres hermanos y siempre se caracterizó por ser un hombre dedicado a su patria y muy correcto en su actuar.

Su familia es muy humilde y tienen su casita propia a medio construir. Cada año pagan 10.000 pesos por el servicio de agua, ya que, son beneficiarios del acueducto campesino. A su casa se llega por una trocha verdal. “Ustedes llegan a la vereda y preguntan por los Martínez, ahí todo el mundo nos conoce, y sube la trocha” comenta en una llamada telefónica, doña Libia Esperanza Estrada, madre del cabo.

Don José Fidencio Martínez, se levanta todos los días a las 6 de la mañana a trabajar en cultivos y sembrados. Entregado completamente a su labor, el padre de Libio, logra reunir los 20 mil pesos para la misa en nombre de su hijo. Hace dos años le diagnosticaron cáncer y lo operaron inmediatamente. Pero su salud no está en el mejor estado. Por eso le suplica a las Farc que le devuelvan a su hijo antes de que su salud empeore y muera sin volverlo a ver.

Doña Libia Esperanza es una mujer supremamente creyente en Dios y en sus oraciones implora por su hijo. Ella añora el momento del regreso de su hijo para poderle prepara su plato preferido, Cuy. En la huerta de la casa tienen criadero de estos roedores, que asados o cocinados en salsa es el plato típico de la zona.

Libio José siempre fue muy organizado en sus asuntos personales, término su bachillerato con honores y en el pueblo se hacia querer por todos. Nubia, su profesora de graduación del colegio, comenta que lo recuerda mucho y que nunca se va a olvidar del momento en que le dio el beso, para entregarle el diploma.

Es un hombre fuerte y luchador amante de nuestro país, por eso decidió ingresar al Ejercito Nacional de Colombia. Cuando lo secuestraron era cabo segundo del ejercito, pero lo ascendieron a cabo primero durante su secuestro.

Libio José en una de las cartas de superviviencia que le envió a Claudia dice: “Una foto que me sorprendió, fue cuando vi a Johann con el uniforme militar con las jinetas de Cabo Primero aunque no sé porque, porque yo soy Cabo Segundo, aunque López me cuenta que me han ascendido, eso me llenó de alegría, ojalá cuando me encuentre personalmente con él sea uniformado y esta vez mejor atajalidito dando el saludo militar a su padre que lo quiere mucho, prepáralo para ese gran día que va a ser en el nuestro”. (APARTES DE UNA CARTA DE SUPERVIVENCIA DEL 18 DE MARZO DE 2000)

Sin embargo, siendo un obrero de la patria, fue víctima de un grupo de gente que no entiende lo que se siente ser privado de su libertad.

Libio, antes de su secuestro, organizado en unión libre con su novia Claudia Tulcán. Tenían planes de matrimonio y ya venía en camino su adorado hijo, fruto de la unión y del amor de la pareja.

¿Cómo vivieron sus familiares el secuestro?

Sin saber el infierno que le esperaba, Libio partió el 15 de noviembre de 1997 a realizar una asignación temporal en la Estación de Comunicaciones del Ejército Colombiano en el cerro de Patascoy. Cuando fue el momento de la toma sólo le faltaban 8 días para salir a sus añoradas vacaciones, ya que, pensaba dedicarse de tiempo completo a Claudia y a su bebé.

Sin embargo, ese anhelado momento nunca llegó. Libio José fue privado de su Libertad y Claudia dio a luz a Johann Steven, sin su novio y el bebé no recibió el abrazo paternal.

En Pasto la noticia se conoció el día 21 cuando Claudia tenía seis meses de embarazo, sus familiares no hallaban la manera de contarle lo sucedido. Pensaban en la mejor forma posible para que su embarazo no se fuera a afectar. Sin embargo las cosas no salieron bien y Claudia recibió una llamada telefónica desconocida en la cual se escuchaban bombas y gritos, y sin compasión alguna le dijeron: “Ruegue a Dios porque los muchachos estén vivos porque a ellos los emboscaron”.

Esto es lo único que Claudia recuerda pues al escuchar aquellas palabras se desmayó.

En los medios de comunicación las noticias eran confusas, algunas afirmaban que no había sobrevivientes, otras decían que la Base había quedado totalmente en ruinas, destruida y de difícil acceso para rescatar los cuerpos.

Las noticias eran inciertas y no se sabía nada de Libio Jose Martínez, el 22 de diciembre, Claudia fue al Batallón de Infantería Número 1 Boyacá pero seguía sin saberse nada, debido a que el helicóptero que iba a inspeccionar la zona, fue atacado.

El 28 de diciembre, Claudia tuvo que ver once cadáveres que llevaron al Batallón. Afortunadamente Libio José no se encontraba entre estos, pero la angustia aumentaba y la incertidumbre los derrumbaba.

Un hecho que empeoró las circunstancias, fue que el Cabo Naranjo, uno de los tres militares sobrevivientes, le comento a Claudia que el padre de su hijo había recibido una de las primeras granadas y que había quedado totalmente destrozado.

Con este gran sufrimiento, Claudia logró tener a su hijo en perfecto estado, gracias a Dios y a pesar de las circunstancias. Johann Steven Martínez Tulcán nació en la clínica Maridíaz el martes 24 de Marzo de 1998 a las 8:00 de la mañana. Era un angelito que trajo a la familia un esperado milagro.

Alrededor de las 2:00 de la tarde de ese mismo día, llegaron a Bogotá las primeras pruebas de supervivencia de Libio José Martínez y de los demás sobrevivientes de la toma de Patascoy.

Con la foto y la carta que Claudia recibió, se confirmo que lo que le había dicho el Cabo Naranjo no era cierto. Su novio y compañero, estaba vivo. La esperanza volvió a nacer en los corazones de toda la familia. Claudia afirma que el nacimiento de su hijo fue un milagro que resucitaba a Libio.


Johann Steven Martínez Tulcán


Es muy parecido a su padre pero no sólo físicamente, su personalidad también es similar. Son disciplinados, juiciosos y dedicados. Pueden parecer muy rígidos pero su corazón esta lleno de amor, ternura y nobleza.

Siempre se preguntado que ¿Por qué el no puede ser un niño “normal” como sus compañeritos? Y la primera vez que le preguntó a su madre por su papá, ella no pudo más que romper en llanto mientras trataba de explicarle lo sucedido. Le contó sobre la guerrilla, sobre el secuestro y sobre le acuerdo humanitario. Pero Johan sigue sin entender aquel acto tan atroz.

Es un niño inteligente y su mayor deseo es conocer a

su papito que tanto ama. Ofrece todos sus logros y triunfos a su padre y ora constantemente para que las Farc le permitan conocer el significado de padre.

Es un niño sensible y sin rencores, es amoroso y muy agradecido con las personas que no se olvidan de su padre. Es ese angelito que llegó con la prueba de vida de su padre y hoy en día a sus 11 años, extraña el hogar que las Farc le arrebataron al llevarse a su padre.

“PAPITO
quiero que sepas que estoy orgulloso de ti por que a pesar de que estamos separados tú sigues luchando por que un día saldrás de tu cautiverio para poder estar juntos y no volvernos a separar
y saber que ese gran muro de contención entre los dos se romperá

att Johann”

“TE CONOSCO ATRAVES DE MI IMAGINACION SE QUE ME ABRAZAS CUANDO LA BRISA TOCA MIS MANOS, CUANDO MIRO LAS ESTRELLAS SE QUE TÚ ME ESTAS MIRANDO, CUANDO MIRES LLOVER SON LAS LAGRIMAS DE TU HIJO CON LA ESPERANZA, NUEVA MENTE DESVANECIDA, POR MI SUEÑO DE QUE ESE DIA NO SE HIZO REALIDAD. PERO ALGUN DÍA ESPERO QUE ÉSTE GRAN MURO QUE NOS ALEJA SE PARTA A LA MITAD Y se ilumine con tu liBertad .papi nunca pienses que te olvidado por que eso no es ASI sieMpre te llevo en el corazon”
Éstos sólo son dos de los mensajes que diariamente Johann le escribe a su padre.













Pruebas de supervivencia
  • 2 de marzo de 1988
  • 21 de octubre de 1998
  • 14 de agosto de 1999
  • 12 diciembre de 199
  • 21 de enero de 2000
  • 18 de marzo de 200
  • 1 de mayo de 2000
  • 28 de julio de 200
  • 4 noviembre 2000
  • 12 de abril de 2001
  • 23 de junio de 2001
  • 9 de abril de 2003
  • En abril de 2008 se recibió un video de unos pocos segundos, grabado el 18 de diciembre de 2007. En este video, Libio José habla directamente a la cámara saludando a toda la familia y comenta que quisiera conocer el rostro de su hijo pues nunca lo ha podido ver.

Cartas

Con el debido respeto de Libio José y con autorización de su familia, publicamos algunas de las cartas enviadas por el cabo Martínez, con el fin de comprender un poco más sobre la historia del secuestrado más antiguo de Colombia, Libio José Martínez Estrada.

“2 de marzo de 1998

Señora
Claudia Nidia Tulcán Castro.
Amor:

Espero que se encuentre bien en sus labores diarias junto a los suyos, el motivo de la presente es para decirte (sic) que me encuentro bien; después de lo acontecido en Patascoy, dando gracias a Dios salí ileso de esa catástrofe; espero que después de esta carta no haya tanta zozobra, pero tampoco se vayan a olvidar de mí. Quisiera que les haga saber de esta carta a mis papás; porque ellos deben estar muy preocupados sin saber nada de mí, desearía que Claudia los estuviese yendo a visitar porque ella hace parte de la familia y aconsejar a mi hermano para que termine el bachillerato y luego escoger una buena carrera que le beneficie a el, su esposa y su futuro hijo.

Desde acá les mando un saludo muy especial a Carmen, mis abuelos, mis tíos.

Julia, quisiera que ayudaras mucho a Claudia, especialmente en el estado que está, y es donde mas necesita apoyo y comprensión ya que tú eres la única consciente de las cosas que están pasando y lastimosamente nos tocó vivirlas, pero nos toca seguir adelante ya que el tiempo no se detiene y después de todo esto solo nos quedarán los recuerdos, mi ideal después de lo que salga de aquí es casarme con tu hija para darle un hogar al niño que espero que sea varón, aunque en el nacimiento de el no esté, pero yo te he dicho el militar no ve nacer sus hijos ni tampoco ve morir sus padres, deseo estar muy pronto con mi familia, Claudia y ustedes, solo nos queda rezar a Dios, lo último que se pierde es la esperanza.

Con esto me despido de ustedes hasta vernos personalmente.

Atentamente,

Martínez Estrada Libio.”




OTRA CARTA, OCTUBRE DE 1998:


“21 de octubre de 1998.

Señora Claudia Tulcán Castro.


Amor, con todo mi corazón te deseo éxitos en tus labores.

Es para darte las gracias, la respuesta a la carta que te envié, con esto he caído en cuenta de que tú me quieres realmente y yo sabré pagar con amor y respeto lo que está haciendo por mí. Negrita, en todo este tiempo no he hecho mas que pensar en ti y en nuestro bebecito. Mami, cuide mucho a Dave J
ordy (niño, en esa época el Cabo aún no había decidido un nombre definitivo para el niño, en carta posterior confirmó su voluntad que se llamara Johan Steven, así se hizo). Espero que esta navidad podamos pas

ar juntos y no se presenten obstáculos.

Cariño, no hago otra casa más que leer tu hermosa carta, ya que esto me da mucho valor para seguir viviendo.

Te cuento que el día 24 de marzo RCN dio la noticia de que mi hijo había nacido, me sentí el hombre mas feliz del mundo y le agradecí a Dios por haberme dado esa buena nueva.


Mi amor, quisiera que hagamos un esfuerzo para no volvernos a separar nunca más, aunque los problemas que enfrentemos sean muy grandes.

También les envío un saludo a Julia, Gerardo y Marcela.

Ten confianza en Dios porque muy pronto estaremos juntos y así poderle comprar las cosas que necesite el niño, yo sé
que tu has hecho todo lo posible para darle lo necesario, pero también deben faltarle muchas cosas mas, en especial el amor que yo le pueda ofrecer.

Salúdame a López, Velandia, Quinto, Ci
fuentes, aunque ellos ya no se han de acordar de mí pero yo los llevo muy presente ya que ellos han sido mis mejores amigos.

Con estas letras llenas de amor me despido.

Quien te quiere mucho,

Cabo Segundo Libio Martínez

Cuídate, suerte.”


APARTES DE UNA CARTA DEL 18 DE MARZO DE 2000:

“… yo cuanto daría por verlo crecer, enseñarle a jugar fútbol, jugar a los caballitos, a las escondidas, enseñarle cosas nuevas que están en mi mente, pero yo sé que todo esto lo voy a hacer porque aún estoy vivo y tiempo y energías para é
l me sobran…

(en una carta que Claudia le había enviado a Jose Libio anexó una foto del niño con vestido camuflado y las insignias de Cabo Primero, enseguida José Libio se refiere a esa foto) “… Una que me sorprendió cuando lo ví con el uniforme militar con las jinetas de Cabo Primero aunque no sé porque, porque yo soy Cabo Segundo, aunque López me cuenta que me han ascendido, eso me llenó de alegría, ojalá cuando me encuentre personalmente con él sea uniformado y esta vez mejor atajalidito (arreglado) da

ndo el saludo militar a su padre que lo quiere mucho, prepáralo para ese gran día que va a ser en el nuestro ...”

UNA CARTA DEL 12 DE ABRIL DE 2001:

“Para Johan Steven Martínez
De: Libio J. Martínez E.
E.S.M
Hola,
Espero que se encuentre bien en unión de todos sus seres queridos; que Dios lo bendiga para que se le haga el bien y las cosas buenas se le multipliquen.

Quiero que sepa que no me he olvidado de usted en ningún momento; antes por el contrario pienso mucho en nuestro encuentro y que ojalá no nos separemos por nada del mundo, usted es el ser que yo mas amo y es alguien muy especial para mí; por lo cual siempre le mostraré cariño y sobre todo respeto; así mismo siempre estaré a su lado en sus aciertos y desaciertos brindándole mi apoyo como un verdadero amigo en el cual usted pueda confiar y pueda comentarme sin ningún temor sus anhelos, sus tristezas y sus inquietudes porque también quiero que formen parte de mí y así pueda formar parte de su vida; espero que entre los dos haya confianza y complicidad en nuestros sentimientos y en nuestras cosas íntimas de las cuales solo usted y yo seamos testigos porque son cosas que únicamente se dan entre padre e hijo.

Yo como padre puedo cometer errores en su formación y educación, puedo ser muy autoritario y rígido; pero siempre lo haré porque quiero que sea un hombre de bien el cual no se convierta en una carga para las demás personas sino antes por el contrario sea una ayuda, un apoyo, donde se convierta en un ser útil y servidor a sus semejantes, le deseo un feliz cumpleaños y que Dios le dé la dicha de que cumpla muchos más.

Atentamente,

Su padre que lo quiere mucho.

p.s. Moraleja:

Dios no te obliga para que cambies; sino que te da avisos, a través del sufrimiento, del fracaso, etc. Para que cambies tu mal proceder, porque el único responsable de lo bueno o lo malo que hagas eres tú, porque el mal cualquier necio lo puede hacer; en cambio construir, edificar, servir es de personas sabias y extraordinarias ”

LA CARTA DEL 9 DE ABRIL DE 2003:

“Recibe un saludo especial lleno de amor y paz, y que Dios lo bendiga para que se le haga el bien y las cosas buenas se le multipliquen y siempre cuente con su santa ayuda, su santa paz, su santa protección y lo ayude a vivir en su santa verdad y lo ayude a no separarse nunca de él y que lo ayude a serle fiel, a serle obediente, a serle sincero, a amarlo de verdad y le ayude a ser un hombre de acuerdo a su santa voluntad y lo ayude a administrar su santa bendición donde solo dependa de Dios y de nadie más y lo guíe por el camino del bien.

Johan, primero que todo espero que haya tenido un feliz día el 24 (de marzo, fecha de su cumpleaños) y sobre todo que haya estado rodeado de todos sus seres queridos, la verdad es que la vida es muy hermosa y buena de vivirla además de que es un gran reto sin importar las condiciones en que nos encontremos, es un don que Dios nos regala que debe ser valorado y cuidado con la mejor disposición y alegría posible ya que en este mundo se vive una sola vez, por tal razón debe ser aprovechada con madurez, responsabilidad y de la mejor forma posible; dentro o a lo largo de nuestra vida Dios nos rodea o nos golpea nuestra puerta con miles de oportunidades que quieren ser hechas realidad en nuestra vida y sobre todo que las acojamos y no le cerremos la puerta a nuestro corazón, lo que pasa es que por culpa de nuestra ceguera espiritual, o sea pereza, orgullo, vanidad, etc,. No les damos importancia y el valor que se requiere para nuestro beneficio y el de nuestros semejantes.

Johan, frente a una oportunidad hay que tener decisión, valor, madurez, inteligencia, prudencia y sabiduría para lanzarnos frente a ella con los ojos puestos siempre en Dios para que nos aplane el camino y nos guíe y lleve por el sendero que mas nos convenga; por otro lado quiero que usted, su mamá y yo nos acerquemos mas a Jesucristo y nos comprometamos con su valores y principios y lo hagamos parte de nuestras vidas ya que sólo en Jesús está la verdadera vida que nos dignifica y nos hace hombres buenos; ya que en Jesucristo encontramos además paz, alegría, gozo, tranquilidad, consuelo, perdón y reconciliación, además descanso con la difícil carga que muchas veces nos toca llevar durante nuestras vidas porque si lo hacemos solos sin ayuda sólo encontraremos frustraciones, derrota, fracaso, odio y rencor frente a la vida. Dios debe convertirse en nuestra motivación, nuestro soporte, ayuda, socorro y nuestra piedra de refugio durante nuestra vida; Jesucristo solo formará o entrará en nuestras vidas con sus beneficios y bendiciones para cada uno de nosotros si únicamente se lo permitimos la decisión es nuestra. El sólo quiere darnos su gracia y hacernos el bien. Espero verlo muy pronto para no separarnos, recuerde que lo amo.

Su padre

Libio José Martinez”


1 comentario:

fregmarp06 dijo...

Lo que ha sucedido hoy, no tiene ni debe tener perdon, ni de DIOS ni de la sociedad, privar de la vida a un hombre, no tiene justificacion y privar a un hijo de conocer a su padre, no tiene ningun sentido, ni social, ni moral, quiero extender un saludo al joven mas fuerte que tiene esta sociedad, Johan Stiven se fuerte, y sabes que cuentas con nuestro apoyo, la sociedad entera te quire.
Busquemos mas la paz, y menos la guerra, hoy debemos estar cansados de tanta injusticia.